El fabricante japonés de vehículos Toyota Motor suspendió el lunes las operaciones en diez líneas de producción de seis de sus catorce plantas en el país asiático, al no poder obtener partes después de que se produjera una explosión en uno de sus proveedores.
Esta suspensión se produjo el lunes después de que ese mismo día una fábrica de la empresa Chuo Sping, en la prefectura japonesa de Aichi (centro), sufriera una explosión, según confirmó hoy Toyota, que mantendrá estas líneas de producción cerradas hoy y volverá a estudiar la situación el miércoles.
Chuo Sping, que se encuentra dentro de la ciudad Toyota, produce resortes para automóviles y no habría podido proporcionar los mismos a Toyota tras el accidente, que dejó a dos empleados con heridas graves, mientras que la causa del mismo todavía se encuentra bajo investigación.
El pasado agosto, Toyota, también con sede en Aichi, tuvo que suspender temporalmente operaciones en todas sus plantas por un fallo informático que no quiso detallar, mientras que en marzo, la empresa automotriz también sufrió un ciberataque que obligó a detener la producción en todas sus fábricas domésticas.