Al final del segundo semestre del año se verán con mayor claridad los efectos que el Covid-19 tuvo en todos los sectores de la economía mexicana. La información hasta ahora disponible permite suponer un escenario reservado.

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Mercado interno automotriz, en cautela total por la pandemia del Covid-19

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La complicada situación por la que atraviesa la economía mexicana ha encendido luces de alarma en diferentes sectores del sistema financiero. En entrevista con El Economista, Janneth Quiroz Zamora, Subdirectora de Análisis Económico de Monex Casa de Bolsa, explicó cuáles son los apartados a los que hay que prestar especial atención en los siguientes meses al tomar en cuenta la enorme disminución del número de automóviles vendidos en los últimos meses debido a la contingencia por el Covid-19.

La Comisión Nacional Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) informó que al cierre de mayo de este 2020 la morosidad de la banca alcanzó un nivel de 2.41% cuando en abril se ubicó en 2.32 por ciento. En mayo de 2019 fue de 2.16 por ciento. “Lo que vimos fue un incremento al que se debe atender. Las caídas que hemos visto en varios indicadores de la actividad económica no han sido tan pronunciadas. El Índice de morosidad se encuentra inclusive por debajo del promedio nacional, es decir, de todas la actividades económicas que conforman a la economía mexicana. Entonces me parece que el incremento en el Índice de morosidad pudo ser mucho mayor. Hacia adelante, sin duda creo que la demanda por créditos de bienes duraderos disminuirá de manera significativa como lo es el caso de los automóviles; esto también se debe a la destrucción del empleo de los últimos meses”, dijo Quiroz.

En su análisis hace énfasis en la disminución de la confianza del consumidor. Considera que bajo este contexto y ante de crisis económica, lo que estará por verse es una caída en la demanda de bienes duraderos, específicamente en el sector automotriz. Por ello considera que descenderá de manera sustancial la demanda de automóviles y, en consecuencia, de créditos. “Podríamos esperar a una reactivación durante el segundo semestre del siguiente año y esto estará muy ligado al nivel de la tasa de interés en México. En este sentido nosotros esperamos que todavía veamos, en lo que resta del año, recortes en la tasa de referencia o de corto plazo, lo cual tendrá un impacto gradual en las tasas de mayor plazo incluyendo las del sector automotriz”, agregó.

Capitalización en buen nivel

Para la Subdirectora de Análisis Económico de Monex Casa de Bolsa, el sector financiero en México cuenta con una importante solidez para hacer frente a un posible escenario adverso: “me parece que desde la crisis de 1994, cuando el sector financiero mexicano enfrentó retos muy importantes, se empezaron a hacer cambios en cuanto a las mediciones incluyendo al Indice de Capitalización. En este sentido la Banca en México cuenta con sólidos fundamentales”. Por ello señala que si bien es cierto que en los últimos meses, específicamente en  abril y mayo, se presentó un incremento marginal en el Índice de morosidad, su impacto puede ser soportado por la banca.

Apoyos fueron la clave

Durante la época de confinamiento señalada por el Semáforo del Covid-19 al estar ubicado en rojo y con la paralización de casi todas las actividades, fueron decisivos los apoyos que bancos y financieras dieron a sus clientes para no caer en morosidad y enfrentar sus obligaciones: “Consideramos que los apoyos que se dieron por parte de la banca al poder diferir los créditos y dar un periodo de gracia, ayudaron y ayudarán a que se eviten complicaciones a mediano plazo. Si bien enfrentaremos retos económicos importantes, lo que muestran los datos duros es que en abril, que fue el mes en donde se tocó fondo, a pesar de que fueron negativos no fueron tan malos. A partir de mayo empezamos a ver una recuperación y esperamos que ésta sea gradual, una vez que se tocó fondo”.

Vale la pena recordar que un gran número de instituciones financieras implementaron planes de ayuda para sus clientes. Toyota Financial Services, GM Financial y Ford Credit, por mencionar algunas, pusieron en marcha periodos de suspensión de pagos por 90 días a quienes ya contaban con un crédito, mientas que algunas otras como FCA o KIA dieron la posibilidad de comprar una unidad en abril y hacer el primer pago hasta julio.

Reactivación y empleo necesarios

Para Janneth es indudable que el Indice de cartera vencida se incrementará en los siguientes meses pero para revertir esta situación es imperativa la creación de puestos de trabajo ya que de no presentarse de una forma constante y acelerada habrá una implicación seria en los créditos que ya se tenían pactados anteriormente. “Sin embargo considero que en la medida en la que empiece la recuperación podríamos esperar que justamente esa cartera vencida no se incremente de manera poco manejable, sino más bien que se vaya enfrentando un incremento gradual. Ahora también en esos momentos estarán fungiendo los seguros que se contratan al adquirir un crédito y en ese sentido se da espacio para que las personas que perdieron su empleo, nuevamente puedan realizar algún tipo de actividad económica que les genere ingreso”.

Sofomes

La perspectiva que la entrevistada tiene de las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (SOFOMES), es que la regulación a la que están sujetas dan certidumbre a su operación y podrían ahorrar problemas graves en el mediando plazo: “No hay un riesgo sistémico, me parece que ante todas las medidas que se han tomado en años anteriores, con las que la comisión regula sus índices de capitalización, me parece que no hay un riesgo como para pensar en una quiebra de todo el sistema. Por el momento podemos afirmar que una de las fortalezas de la economía mexicana es su sistema financiero bien capitalizado”.

Pronóstico de cartera vencida

Al citar la crisis económica de 2010, Quiroz mencionó que en aquella época el Índice de morosidad rondó el 3.1 por ciento. “Me parece que podríamos alcanzar niveles similares pero dependerá mucho de la incertidumbre y del desarrollo de la pandemia que podría originar que continúe la pausa de la reapertura económica. Yo te diría que si en septiembre se anuncia la vacuna, si es accesible para la población mexicana y se reactive la actividad económica, el índice podría ser de 3.3 a 3.5 por ciento”.

Industria Automotriz

Durante el lanzamiento de los modelos Suburban y Tahoe de Chevrolet, Francisco Garza, Presidente y Director General de General Motors de México, habló sobre la reacción que tuvo la financiera de casa, GM Financial:

“Nosotros trabajamos gran parte con nuestra financiera de marca, tan solo 7 de cada 10 vehículos que se financian de nuestras marcas son a través de ella. Trabajamos muy en conjunto con ellos derivado de que son una fuente o palanca para poder comercializar nuestros productos en México. Hoy pusimos algunos beneficios para nuestros clientes como el extender hasta por 90 días los pagos de las mensualidades empezando a partir del mes de mayo y cerca de 25,000 clientes se apegaron a este beneficio, 25,000 clientes que pertenecen a la cartera GM Financial, y esto nos indica su interés por proteger su flujo de caja y utilizarlo en otras actividades y evitar el pago de la mensualidad de su vehículo; esto lo hicimos para protegerlos. Obviamente pensamos que el incremento del desempleo va a tener algún impacto en la cartera vencida no solo de las financieras de marca sino de también del sector bancario y esto podría traer alguna restricción en la colocación del crédito hacia futuro y por eso estamos trabajando en ser innovadores y es por eso que implementamos el programa de protección de la inversión inicial de nuestros clientes, es decir si hoy nuestro cliente es empleado o trabaja para una compañía, a través del financiamiento que otorgamos en GM Financial, se protege a partir del segundo mes y hasta por seis meses en donde si pierde el empleo, puede regresar su unidad y nosotros le regresamos la inversión inicial hasta por 200,000 pesos”.

Conclusión

El entorno adverso que aqueja a la industria automotriz se integra por dos frentes: la conducta incierta de los índices de confianza del consumidor en el exterior y una demanda interna que ha mostrado señales de debilidad desde el 2017. A lo largo del actual decenio, el consumo local de automóviles nuevos fue apoyado por un aumento en los recursos dirigidos al financiamiento para la compra de vehículos. Durante el 2016, se vendieron 1,607,165 vehículos nuevos, de los cuales el 61% fueron adquiridas con las facilidades del financiamiento. En los años siguientes las ventas de automóviles cayeron sucesivamente, al igual que la cartera de crédito automotriz. En abril del 2020 la cartera de crédito acumulaba 227,689 millones de pesos, 22% menos que en abril del 2019.

Ante el panorama precedente y para contener el embate que prometía el paro económico que produjo el confinamiento por la crisis sanitaria, las instituciones financieras promovieron programas de diferimiento en la amortización de los créditos. En junio del 2020, el índice de morosidad de la cartera de crédito automotriz se ubicó en 2.63%, mostrando un tenue incremento respecto a lecturas previas. Los días de atraso en la cartera vencida tampoco mostraron una variación sustancial, en abril del 2019 el 91% del saldo de la cartera no presentaba ningún día de atraso, mientras que en abril del 2020 la proporción fue del 89.2 por ciento.

Estos indicadores representan un éxito relativo, considerando que desde los primeros días del confinamiento hasta julio del 2020 se han perdido 1,117,584 empleos formales. Por lo anterior, el desempeño de las razones financieras en julio, agosto y septiembre son cruciales para la industria, pues los programas de diferimiento fueron lanzados en marzo con plazos entre 4 y 6 meses.

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