La semilla necesita más agua, aplicaciones de pesticidas, aumenta el costo de insumos y puede tener sustancias tóxicas

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La importación de cebada maltera genera impacto económico y ambiental en el campo mexicano: INIFAP

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Durante la última década los agricultores mexicanos han hecho cambios tecnológicos y agronómicos de forma masiva y acelerada, por el cultivo de cebada maltera que sustituye a la semilla que han usado por más por más de 50 años. 

Esto tiene como consecuencia, problemas de adaptación, mayor cantidad de agua y el uso de tres aplicaciones de fungicidas para salvar el cultivo; “lo que impacta al medio ambiente, los costos de producción y asume un riesgo muy alto de pérdidas o ingresos bajos para el agricultor” advierte el investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) del Programa de Cebada del Campo Experimental Valle de México, Francisco Paul Gámez Vázquez.

Las variedades importadas son de dos hileras, de ciclo tardío que son entre 20 y 35 días más que las variedades de seis hileras liberadas en años recientes por el INIFAP. En la región de El Bajío, estas semillas se cultivan bajo condiciones de riego; lo que demanda más riego de auxilio y en el costo se deben invertir 700 pesos más por hectárea. Mientras más se prolonga el tiempo para cosechar la cebada, afecta al siguiente ciclo de maíz; ya que al sembrarse a destiempo baja el rendimiento de dos toneladas por hectárea; lo que disminuye el ingreso del agricultor.

 Este impacto afecta principalmente a Guanajuato donde se cultivan 50,000 hectáreas de cebada maltera, con un rendimiento de medio de 5.5 a 6 toneladas y el precio de paga es muy bajo. La semilla de ciclo tardío afecta en el ahorro en agua es importante en lugar de escasez de este recurso.

Los agricultores e investigadores involucrados se encuentran preocupados por el cultivo de este cereal, debido al convenio que firmó el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) con la firma trasnacional Heineken, que se enfocan en certificar variedades para la industria Cervecera. El convenio involucra 25 mil toneladas de semilla certificada para atender una superficie aproximada a sembrar de 150 mil hectáreas de cebada en los próximos ciclos otoño-invierno 2020/21 y primavera-verano 2021. Para que una variedad pueda ser aprobada en México debe ser evaluada por una institución de investigación reconocida por el gobierno federal y durante a los tres ciclos consecutivos en las diferentes regiones productores, se deben medir variables agronómicas, rendimiento, días a floración y madurez, con lo que se hace un informe oficial de resultados.

El doctor Zamora, menciona que si el SNICS ya acepto las variedades en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales (CNVV) ya se pueden certificar, a pesar de no tener conocimientos de cumplir con las evaluaciones necesarias y se desconoce la calidad de cosecha, rendimiento, costos de producción o adaptación a las condiciones agroecológicas en las regiones.

El ingreso de la semilla debe ser observada durante ciclos de cultivo recientes y tampoco hay conocimientos de los términos legales y sanitarios relacionados a la importación de estos materiales, para que garanticen la no introducción de plagas, malezas y enfermedades exóticas a México.

Lo que podría tener implicaciones legales con la Ley Federal de Producción, Certificación, y Comercio de Semillas que establece en el artículo 38; que aquella persona que importe semillas con fines de comercialización y ponerla en circulación sin cumplir los requisitos establecidos, incurre a una infracción administrativa de las disposiciones de esta.

Por su parte, el investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INFAP) en el Campo Experimental Bajío, Ramón Huerta Zurita, explica que lapreferencia de la industria por cebada de dos hileras se debe a aspectos de calidad de grano que impactan en la elaboración de la cerveza. “La conversión de las siembras comerciales de cebada de seis a dos hileras en México, ya sea con materiales importados o desarrollados en el país, es un hecho necesario e inminente en el mediano plazo, por las preferencias actuales de la industria cervecera”, señalan los expertos.

 

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