¿El glifosato es realmente perjudicial para el campo mexicano?

El glifosato es el herbicida más utilizado a nivel mundial y ha sido utilizado desde hace décadas por agricultores para combatir malezas que afectan a todo tipo de cultivos, no existe en el mercado otro herbicida que brinde la misma eficacia que el glifosato. Pero, ¿es de verdad un riesgo?

Este herbicida está autorizado en gran parte del globo, países como Estados Unidos, Europa, Canadá, Japón y México lo utilizan diariamente en el campo. Al contar con una libre patente, más de 20 empresas lo venden en México y es una de las opciones más económicas para control de malezas (el 50% del uso del glifosato se concentra en los estados del sureste mexicano).

Algunos de los principales cultivos en los que se utiliza son:

Maíz.
Árboles frutales como limón y aguacate.
¿Es seguro el uso del glifosato como herbicida en el campo mexicano?

De acuerdo con la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos, el glifosato es totalmente seguro. Instituciones regulatorias y científicas de más de 120 países han realizado estudios sobre la molécula, que en conclusión reflejan un resultado positivo para su uso en la agricultura.

“Después de un análisis de la mejor ciencia disponible, no es un carcinógeno y tampoco hay riesgos considerables para la salud humana derivado de su uso adecuado”, concluyó la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos en 2020.

Dentro de este mismo marco, en 2016 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de la Alimentación y la Agricultura (FAO), llevaron a cabo una revisión de todos los estudios científicos existentes sobre el glifosato y determinaron que “es poco probable que el glifosato presente un riesgo carcinogénico para los seres humanos.”

Por otro lado, en 2015, la Agencia de Investigación del Cáncer (IARC) emitió una opinión señalando que el glifosato es “probable carcinogénico” (la IARC no recomienda que se prohíba el glifosato), categoría donde se encuentran acciones como:

Tomar bebidas calientes.
Consumo de la carne roja.
Freír los alimentos.
Refinación de petróleo.
Trabajar en una estética.
Sin embargo, no se encuentra en la clasificación con mayor grado de riesgo:

Consumo de bebidas alcohólicas.
Consumo de carnes procesadas (jamón, salchichas, etc).
Exponerse al humo de carbón y la contaminación del aire.
Por último, la IARC afirmó que las investigaciones realizadas después de 2015 ya toman en cuenta factores como la exposición, peso de la evidencia, etc., pues las conclusiones siguen siendo que el glifosato es seguro para su uso en la agricultura.

Precios y accesibilidad al producto:

De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), no tos los agricultores pueden utilizar el glifosato para controlar las malezas, recurriendo a opciones más costosas para proteger sus cultivos (otras sustancias o el deshierbe manual).

Estas acciones se ven reflejadas en los costos finales de los productos cultivados y en los precios que serán exhibidos en los tianguis, mercados, tiendas de autoservicio, locales etc.:

Los granos de maíz, cuyos precios están determinados por los mercados internacionales, tienen que mantener sus costos de producción por debajo del precio internacional, sino se verían obligados a vender sus cultivos con pérdidas.
Para otros alimentos, que no están regulados internacionalmente como lo es el limón y el frijol, los precios podrían pasar de 35 pesos a más de 40 pesos por kilo y 18 pesos a más de 21 pesos por kilo, respectivamente.
¿Qué consecuencias habría si se dejara de usar el glifosato en México?

Si se prohibiera el herbicida en México, se estima que, la producción de cultivos clave se reduciría hasta en un 20%, lo que eventualmente causaría que sea necesario incrementar la importación para satisfacer la demanda, de igual manera causaría

Maíz: La producción nacional es actualmente de 28 millones de toneladas y pasaría a menos de 22 millones. Actualmente, México importa 16.4 millones de toneladas y se tendría que importar más de 19 millones de toneladas para satisfacer la demanda nacional, la autosuficiencia de maíz pasaría de un 67% al 54%.
Frijol y Sorgo: La autosuficiencia podría pasar de 95% a 76%.
Aguacate: México dejaría de exportar 240,000 toneladas de aguacate, con un valor aproximado de 820 millones de dólares, esto representa el 44% de la demanda global y que disminuiría al 34%.
Limón: Anualmente se exportan 147 mil toneladas de limón, con un valor aproximado de 100 millones de dólares, esto representa el 34% de demanda global que rápidamente se vería reducida al 27% (México sería superado por Turquía, que representa el 29% de las exportaciones mundiales).